jueves, 20 de septiembre de 2012

Poesía Pre-primaveral

 

jornada de estudio

aprieto mis tímpanos
el bullicio en la biblioteca
me lastima
aprieto mi tabique
la cabeza me va a salir rodando
las palabras se me desprenden de la boca
-la puta madre-
ganas de abandonar
de partir, de escapar
al silencio de tus ojos
al silencio de los muertos
mejor saltar
la tranquera de lo predecible
adiós mi amor, adiós.
adiós futuro mejor, adiós.
ya no te quiero mas,
me voy.


Miro la luna.

Miro la luna
no te vayas, quedate.
tengo ganas de llorar acumuladas
miro la luna
y me hace llorar
todas las lágrimas que esconde la ciudad.

El imperativo del amor se nos cierra
no te vayas, quedate.
estoy atravesado como nunca,
pulguiento de deseo.
que la luna me libere del cansancio
y de la prisión del sinsabor.
mi cuerpo cede,
cayó la primera gota.
no te vayas, quedate
mira la luna junto a mi.


Bardo Inkorregible

fútil excreción de mamá y papá
creador de cosas
sodomizador del verbo
tan bueno, pago cara
la fama de ser nadie.

sueños misteriosos
policías y torturas.
traiciones y arsénicos.
elixires de lo incondicionado
naufragaba en la vieja alegoría
de aquel loco trastornado
que eyaculaba a la historia
de la filosofía
el espeso
esperma
del ser, del interrogante
de la nada.

una trompada de la voluntad
aterroriza los esquemas
de los estúpidos profanadores
lo sorna irreverente
del que nunca fornico con la bibliografía
que amanecí con el corazón seco flotando
que llore en la escalinata de la desesperanza
la orfandad teórica de nuestros labios
bebedores de los licores de la rabia
silencieros del itinerario y de la ceremonia
aprendimos a leer llorando
los textos del adolecer.


Para vos

En el cajón de mi mesita de luz
yace escondido
en el ultimo recoveco
fuera del alcance
de la luz y 
de los ojos,
un poema
para vos.

Perro muerto

¿qué hacer con estas ganas de quererte sino aparecen cuando estoy a la deriva? no fui llamado. La noche cerrada y la nada me acompañan. Un perro envuelto en silencio me mira con sus ojos muertos. Nos miramos. ambos necesitamos dolernos. somos puro adentro.
somos rehenes de lo oculto. el viento vuela hacía nosotros. La disonancia interna se revela,
ya no somos visionarios. El perfume de las partículas muertas nos diferencia. tregua cruel 
del silencio hostil, victoria de un tiempo indiferente a lo nocturno.


Nicolás de Cusa 

del mar infinito del ser
vengo naufragando,
del mar infinito procedo
y me estoy ahogando.


Morir

me voy a dormir
me voy a morir
voy a vestirme
con la noche
y voy a disolverme
¿Cómo abre de decirle
a mi cuerpo que esta 
tan lejos de las flores?



estallar en vos

devorarte
retorcerme en tus muslos
estallar
rociarte de amor
chupar/ la carne de tus huesos
salpicarte de dulzor/oscuro
celebrar el rito.
de la piel
efervescente.

cuevita

tus labios
húmedos y abiertos
sonriendo al final del camino
sobre un fondo de blanca tela
el empapelado, empapado.
empapando
esta cueva de amor.


Lobo

Un lobo posa su mirada
sobre mi
desde el centro de mi sombra.
Me dejo caer
en sus fauces
me dejo caer
el fino dolor de sus colmillos
van a mi yugular
el pánico
me arranca
de la madriguera.


el bosque del desencanto

vayamos al bosque a hacer el amor
que yo vivo al día con dinero patriarcal
al margen de los héroes de la poesía lírica
al margen de los puritanos de izquierda
vomitando por impulso
soy poeta cuando no quiero ser mas que los otros
y me voy volviendo ácido
y termino volviendo al ácido
divagando y musitando
obsesionado con lirios de aroma femenino
y por versos que regale a amores concretos
son las tresymedia de la mañana
encuentro fotos tuyas entre páginas amarillentas
vayamos al bosque a hacer lentamente el amor
escupamos frases sueltas
de la antología de amores perdidos.
que vivimos al día
estudiando las signaturas 
    de nuestras calles 
    de nuestras noches   
    de nuestras canciones.
que vivimos al día
rozando las piernas
raspando nuestras rodillas
toda la noche previa a rendir exámenes
eyaculando en el espejo
despreocupados y felices
nada de miedos y culpas
solo labios y pelos
tequila y poesía susurrada.
Ahora, las horas corren
y acá, viviendo al día
muriendo la noche
con un cuchillo en una mano
y un libro en la otra
queriendo escribir poesía
que desvele a mis amigos
como desvela la ginebra
que gotea un mapa
sobre la mesa volcada.
el cenicero que aguanta y no se enferma,
como yo que fumo el polen de mil derrotas,
como yo que fumo en el baño de las tabernas del infierno en que me dejaste.
soy yo, uno-débil-inmaduro-enmovimiento.
es la hora de alejarse de estos arboles venenosos
-¡ermita!-. me grita tu vientre.
y el alba compone mi tragedia.
y me pongo tan ciego que al final ni veo en sueños
no publicaran una mierda mía.
porque yo soy el único jacobino
que vino a decapitar la verga del rey.
vayamos al bosque...
y al acabar experimentar la soledad mas absurda.
escabiando el resplandor del océano
esnifando el polvo lunar
sin tregua esta droga
se rompe el cristal de la copa 
y no puedo camuflar fantasmas del pasado
  me amó
  me hirió 
  me fulminó
y ya nunca más podre afrontar los mil demonios de la primavera.


Desastre

I
aunque te haga los poemas mas bonitos de la ciudad
aunque tenga todo un arsenal de amor para vos
me temo que nunca es suficiente

II
alguien jura que me ha visto
frágil
juntando cadáveres en un bar.

La madrugada crucifica a los que se rindieron.

III
demasiado borracho para buscar pelea,
demasiado boludo para ganar discusiones,
demasiado cagón para afrontar el amor.








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