domingo, 16 de octubre de 2011

Monstruosidad


la monstruosidad de aquel asado peronista
mis nudillos rotos de golpear golpear golpear

sangramos, bebimos y cantamos
como monstruos que se reconocen
en su oficio de asustar a los esclavos de mente,
evadiendo cárceles, cepos y chicanas
mas no responsabilidades inconsolables.
De aquí, del barro, impuros, monstruosos,
como aquel que enfrenta con violencia
el concepto racional-burgués de normalidad.

"¿Porqué sienten?
¿Porqué lloran?
¿Porqué ríen?
¿Porqué cantan?"

Por los ríos de vino que naufragamos
de la mano de los niños sin futuro
por los sueños que nos incitan
a agredir la verdad que ama esconderse.
Por los caminos trazados con semen y flujo, y
por todas las canciones que quedan por cantar.

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